En el Museo del Prado, donde está prohibidisimo tomar fotos, se exhibe la recientemente restaurada y recuperada “Ecce homo”, de Michelangelo Caravaggio (1571-1610), creada entre 1605 y 1609.

Gracias a que su actual propietario la cediera por 9 meses tenemos la posibilidad de conocer esta pintura que, por este corto periodo, sale a luz pública.

La restauración es de extrema calidad, muy lejos de las ultrabarnizadas La joven de la perla de Vermeer o La joven con Armiño de Leonardo Da Vinci. En este caso resaltan las carnaciones del Cristo: su rostro sugestivamente verdoso y el torso como centro de la pieza y fuente de luz. La cabeza con la corona de espinas y las gotas de sangre sobre el rostro muestran una factura impecable.

La figura de la izquierda corresponde a Pilatos, que muestra las manos como diciendo “no acuso a este hombre, le dejo la decisión a la multitud”. La figura de la derecha, con la boca abierta, que parece incitar al pueblo, en realidad exclama Ecce homo (“este es el hombre”).

19/04/23 - Cuenta el libro Lives of the Saints que San Mateo, quien fue uno de los doce apóstoles de Cristo, predijo que: "el mensaje del Salvador permanecerá, junto con la Iglesia, hasta el fin de los tiempos."

Mateo o Matthew fue representado frecuentemente por los artistas del Renacimiento y Barroco por ser un personaje particular que, aparentemente, siendo un recolector de impuestos en tiempos de Herodes, abandona todos sus bienes para seguir a Jesús. Se cree que este evangelista escribió algunas de las sagradas escrituras y es éste el instante que Caravaggio representa en la Capilla de San Luis en Roma. En el lienzo un ángel guía la mano del santo para escribir la palabra de Jesús. Las dos figuras principales aparecen fuertemente iluminadas sobre un fondo oscuro para evitar cualquier distracción sobre el tema central que se desarrolla en la obra. El naturalismo es evidente, sobre todo en la figura del Santo, mientras que el ángel conserva rasgos de idealismo propio de estos personajes irreales. 

Caravaggio también es el artista de la pintura a la izquierda de la capilla, en la que vemos a un grupo de personas ataviadas con trajes del siglo XVI y a Cristo, vestido con el manto característico, que le dice a Mateo: “ Sígueme.” Y  Mateo lo siguió. 

La vocation de Matthieu. Dans une taverne où des hommes jouent aux dés, le Christ fait irruption et appelle Matthieu a le suivre, de Caravaggio (1599-1602)

Para leer más... Lives of the Saints From Mary and St. Francis of Assisi to John XXII and Mother Teresa, de Richard P. McBrien, Harper San Francisco, Canada.

19/01/23 - El Museo Mauritshuis de La Haya conserva en su colección permanente una pequeña pintura de Carel Fabritius (Paises Bajos, 1622-1654) cuyo título en inglés es The Goldfinch, un retrato de un pájaro de pequeñas dimensiones sobre fondo blanco. La obra es de 1654, el mismo año en que fallece el artista, a la edad de 32 años en Delft, a causa de una explosión. A pesar de que su producción es escasa, solo se registran 12 pinturas, cada una de ellas es una obra maestra. En el caso de El jilguero, la veracidad del plumaje y la expresión del pájaro la definen como “trompe-l’oeil” por su realismo encantador. Aún observando desde muy corta distancia. el pájaro luce como si estuviera vivo por la cantidad de detalles, además de lo bien conservada que se encuentra la pintura (no pasa lo mismo con La joven de la Perla, que se exhibe en la sala contigua,  la cual ha perdido el misterio por las continuas restauraciones).

The Goldfinch es también el título de un libro de Donna Tartt que cuenta la historia de esta pintura salvada por un niño de una explosión en el Museo Metropolitano de New York (?) donde fallece su madre. La pintura se cree perdida pero Theodor Decker (así el nombre del personaje) la esconde en su cuarto. El libro se llevó al cine pero no tuvo un gran éxito.