La joven de la perla...

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28/02/22 - Lo que escribimos hoy no es una explicación de una muestra o de un museo sino una experiencia vivida en relación a una obra de arte emblemática del siglo XVII perteneciente a uno de los artistas más admirados y estudiados de la historia del arte. Hablamos de Johannes Vermeer y de su pintura Girl with a Pearl Earring (La Joven de la Perla). No tenemos dudas de que es el cuadro más conocido y famoso del artista y ya sabemos que no se trata de un retrato como nos quisieron hacer creer en las novelas que surgieron alrededor de ésta. En realidad es un tronie, una pintura basada en una figura imaginaria. Los tronies se identifican por ser pinturas que los artistas creaban para demostrar sus habilidades en el manejo de los pinceles para representar telas, sobre todo las sedas, ya sea en la vestimenta o sobre la cabeza. En el caso de esta exótica joven con turbante y un aro con una gigantísima perla, Vermeer nos demuestra que fue un maestro en el manejo de la luz y en la representación de los labios, en el color del rostro de la joven y, obviamente, en el brillo de la perla.

Pero como anunciamos al inicio, esta pintura, que se encuentra en la ciudad de La Haya en Holanda en el pequeño Museo Mauritshuis, nos provocó cierta desilusión. No nos referimos a la habilidad del artista sino a la conservación de la pintura. Esperábamos ver a la joven curtida por el paso del tiempo y no con el brillo excesivo del barniz. Es tal la necesidad de conservarla que se pierde esa belleza de lo espontáneo que dan los años vividos por tan bella imagen. De todos modos estuvimos admirados y felices de por fin encontrarnos cara a cara con la joven y obviamente con su perla.