El mural no tiene una visión privilegiada, salvo desde el agua. La vivienda que lo contiene está a la venta. La imagen muestra a un niño con chaleco salvavidas que lleva una bengala encendida, haciendo clara referencia a los migrantes. 

Para el visitante es un espectáculo de arte más entre los cientos que actualmente rodean a la Bienal. Para todos, una nueva denuncia sobre la realidad que aún nos sacude: la de los niños refugiados.

Banksy - Venecia 2019

La Materia del Tiempo, de Richard Serra (1994 – 2005)

8 esculturas de acero patinado / dimensiones variables.

Desde una elipse sencilla hasta la complejidad de un espiral, Serra nos permite percibir la evolución de las formas escultóricas de "La Materia del Tiempo". En ausencia de pedestal e inmersa en el espacio real del visitante, este objeto permite una experiencia diferente. A medida que se recorren las piezas, rodeándolas o ingresando en los pasillos que delimitan las paredes de acero, se percibe un vértigo tal como si el espacio completo cobrara movimiento. A partir de allí, tanto  "La Materia del Tiempo" como "Serpiente" parecen haber perdido su peso y su tamaño.  

La Materia del Tiempo, de Richard Serra (1994 – 2005) -

8 esculturas de acero patinado / dimensiones variables (detalle)

Y aunque parezca increíble, las planchas no están fijadas al suelo sino que se mantienen en equilibrio: Un verdadero desafío a la gravedad. 

Flora, de Miguel Angel Rojas

 El hombre con el hacha y otras situaciones breves, de Liliana Porter (Venecia, 2017)

Materiales: Figurines, objetos y base de madera / Dimensiones variables 

PAMM 

En esta redundancia de elementos visuales, la escena de la mujer que teje ocupa un espacio privilegiado. El ojo del espectador observa la figura sentada tejiendo y sigue la hilacha celeste que se convierte en una marejada dramática por el cambio de escala. ¿Busca la artista, con esta metáfora existencial hacernos reflexionar sobre la autorrealización? Quizás sea un registro del tiempo transcurrido en los objetos: la marea tejida supera a la mujer varias veces en dimensión por su expansión espacial. 

El tejido, usado como factor material y simbólico, simplifica una imagen que pretende acercarse a la “esencia de las cosas” según explicó la artista. El objeto real - el hilo celeste- propone una tensión entre lo presentado y lo representado: la relación entre simulacro y realidad. En este acto de representar la realidad a través de esta redundancia de elementos visuales, la pequeña mujer que teje es la resultante de una tarea humana tan imposible como abrumadora.

En las peregrinaciones a las que nos sometemos aquellos que amamos el arte no podía faltar una visita al Guggenheim de Bilbao. Este museo de curvilínea estructura metálica atrapa la vista ya desde el exterior, por su cambiante iridiscencia y por su extraordinaria arquitectura. Varias piezas monumentales, que pertenecen a la colección permanente, lo rodean. Puppy, de Jeff Koons, es la más admirada y está ubicada en un lugar estratégico: para comprar el ticket se debe pasar al lado de esta mole florecida de 12 metros de altura.  

Puppy, de Jeff Koons (1992) 

Acero inoxidable, sustrato y plantas en floración / Medidas: 1240 x 1240 x 820 cm

Mamá (Maman), de Louise Bourgeois 

La ambiciosa escultura de casi 9 metros de alto de la artista francesa Louise Bourgeois ocupa otro ángulo del museo. La interacción con el público de la gigantesca araña es ambivalente: algunos la rechazan como si fuera una jaula de la que no se puede escapar y otros admiran a esta mega madre (según la artista era una representación de la suya) que se sostiene sobre unas patas que asemejan arcos góticos.  

El gran árbol y el ojo (Tall Tree & The Eye), de Anish Kapoor (2009)

Acero inoxidable y acero al carbono / Medidas: 1297 x 442 x 440 cm

Dentro del agua que rodea al museo, la monumental El gran árbol y el ojo del artista indio Anish Kapoor consta de más de setenta esferas en acero. La superficie refleja sus alrededores y, al mismo tiempo, el metal pulido refracta la luz en un extraño juego de forma y espacio. 

Arcos Rojos / Arku Gorriak, de Daniel Buren (2007)

Paneles laminados compactos, aluminio, acero galvanizado, film de PVC, metacrilato translúcido, LEDs y proyectores de halogenuros metálicos / Medidas de la estructura modificada: 57.5x 27.85 x 2.17 m

El gran arco rojo sobre el puente La Salve, que circunda al museo, es una escultura de Daniel Buren. La pieza vertical de casi 60 metros de alto está ubicada perpendicularmente a dicho puente. Fue creada para el espacio que la contiene, como es habitual en este artista que se atreve a modificar el entorno siempre de manera drástica. Las líneas rectas de Arcos Rojos  se oponen a las curvas de la arquitectura del museo.

Solitario, de Joana Vasconcelos (2018)

Materiales: llantas doradas de aleación ligera de 18 pulgadas, vasos de whisky de cristal, hierro metalizado y termolacado, acero inoxidable y vidrio templado y laminado / Medidas: 720 x 604 x 209 cm

Y ya casi dando la vuelta completa aparece la increíble estructura de Joana Vasconcelos. Esta pieza no pertenece a la colección permanente sino que es como un anticipo de la muestra que se exhibe actualmente en el museo. De escala monumental y conformada con objetos de uso habitual, pero que no tienen que ver con el resultado final, Solitario es un mega-anillo de compromiso! 

La escultura pública es un aspecto importante del trabajo de todos estos artistas. Las obras expuestas, junto al recorrido que hace el agua bordeando la arquitectura, le confieren al museo un aspecto dinámico. Una combinación perfecta: las mega creaciones son las guardianas de la máxima estrella, que es el edificio.

Muchos han sugerido que aparentan ser pastillas ordenadas, otros que son las ruinas que quedan de un templo romano, cualquier interpretación es posible como ocurre con las obras de arte contemporáneo. Aunque si tenemos en consideración la historia creativa del artista podríamos aventurar que se trata de una pieza excéntrica para la arquitectura que la rodea, monumental por el espacio que ocupa, geométrica en su construcción y sensitiva en su percepción.

Buren se apropió de las características del sitio que contiene a la obra y lo transformó, logrando no sólo la atracción pública, sino también creando un collage ecléctico con los edificios que la rodean. El artista provoca, con esta obra abstracta, que fuerzas contrarias jueguen en un espacio de libre circulación.

Material: hilos de PVC y metal pintado

En esta obra, Jesús Soto (Venezuela, 1923 – París, 2005) se apropió de materiales industriales y sintéticos para producir una escultura geométrica, abstracta y cinética. La pieza responde a los estímulos externos y se “completa” cuando el público interactúa con ella. 

Cuando alguien ingresa y comienza el recorrido hacia el centro, que tiene varios metros cuadrados, la figura humana se pierde. El que se queda en el exterior no puede ver a la persona que está en el centro de los tubos de plástico. Ésta es la intención que persigue el artista, la desmaterialización unida a la “vibración” que se genera cuando innumerables tubos verticales entran en contacto con el espectador. 

A medida que se deambula por la estructura no sólo se experimentan sensaciones físicas sino que se  suman las ópticas, por el color azul en movimiento. Los miles de tubos que cuelgan de la estructura de hierro pierden toda su calidad individual, ya que la combinación del balanceo con la multitud de formas repetidas hace que el ojo las perciba como una sola mancha difuminada. La pieza parece que está a punto de disolverse lentamente en su entorno.

"Pénétrable BBL bleu" es uno de los 25 "Penetrables" que Soto creó a lo largo de su vida.  

26/03/18 - Zineb Sedira nació en París en 1963, de padres argelinos,  residió casi toda su vida en Inglaterra. Esta multiplicidad de identidades hicieron de ella una artista que pretendió transmitir las tradiciones de la mujer árabe, sobre todo aquellas que se pasan de madre a hija. En el año 2000, aproximadamente, viaja a Argelia y es allí donde su visión pasa de lo personal a lo general. Sus trabajos se volvieron relativos al mar, a los barcos de carga y a las consecuencias tanto como a los peligros que conllevan  las migraciones. Teniendo en cuenta estos traslados, a partir de 2013, en Sugar Routes, documenta el movimiento global del azúcar como mercancía.

Actualmente en Sharjah Art Foundation de Emiratos Árabes se exhibe la mayor retrospectiva de la artista. Entre todos los trabajos expuestos se destacan las esculturas en azúcar. Esta dulce sustancia utilizada por Zines Sedira como material está trabajada de tal manera que, en la obra final, se asemeja más a la arena que al azúcar. 

Sugar Routes II, de Zineb Sedira (2013)

Dos objetos de azúcar de caña: un ancla de 31 x 21 cm y una hélice de 11x 23 cm

Tras investigar en un silo del Puerto de Marsella, la artista crea estas esculturas en representación de las rutas y de las personas que se conectan en África, Sudamérica, el Caribe, Oceanía y Europa para la distribución del azúcar.

Seafaring, de Zineb Sedira (2013)

15 botellas de vidrio con azúcar de caña proveniente de las Antillas, Brasil (x 2), Burkina Faso, Cuba, Guadalupe (x 2), Guyana (x2), Madagascar, Mauritius, Reunion, Swaziland (x 2), Zambia / Medidas: estante de madera 50 x 12,5 x 12,5 cm

El comercio de este commodity conlleva las historias de cientos de involucrados en estas rutas desde el siglo XIX, como por ejemplo los esclavos en América del Norte que trabajaban en las plantaciones. Sedira nos introduce en el trafico a escala global de este producto, que luego de ser refinado y convertido en un polvo blanco, llega a todos los sitios del planeta.

Centurias atrás el azúcar fue catalogado como un producto de lujo, hoy en día es visto como una necesidad para miles de consumidores en diferentes culturas. Su demanda aún continua, impactando tanto al medio ambiente como a la vida de las personas de la misma manera que en los siglos pasados. Zineb Sedira nos muestra el camino de esta mercancía y el de los involucrados. En sus trabajos surge la relación directa con las rutas migratorias actuales de los individuos que buscan un futuro mejor.

19/03/18 - En esta nueva edición, la número 12, de Art Dubai se reúnen 105 galerías que dan a conocer a artistas que pocas veces se ven en el mercado. Uno de ellos es Sudarshan Shetty (India, 1961), quien se presenta en la galería Templon de París y Bruselas y en Leila Heller Gallery de New York, tanto en el espacio de la feria, como en la sede de Alserkal, en las afueras de Dubai.

Untitled, de Sudarshan Shetty (2017)

Materiales: madera reciclada / Medidas: 100.5 x 68.5 x 26.5 cm

Templon

Shetty puede considerarse un artista conceptual, con una obra enigmática, híbrida y fusionada con la cultura occidental. En "Untitled" (2017), por ejemplo, vemos un pájaro y una ventana de madera reciclada, que por el detalle floral remite a la India. En cambio, sus vasijas de cerámica recuperadas con la madera de teka, recuerdan a la antigua técnica del Japón (aunque allí se trabaja con oro en lugar de madera) Estas urnas de cerámica, llamadas matkas, son para transportar agua y se usan  en rituales mortuorios simbolizando al cuerpo físico. La recomposición de las mismas por parte del artista pretende representar la fragilidad a través de un objeto de uso familiar.

Untitled, de Sudarshan Shetty (2017)

Materiales: madera y cerámicas encontradas / Medidas diversas

Templon

Sudarshan Shetty

Leila Heller Gallery, Dubai

Más enigmáticas son sus instalaciones, como esta alfombra que cubre lo que parece ser un cuerpo humano. Siempre el material es la  madera, trabajada impecablemente. El volumen sugiere nuevas posibilidades en sentido y percepción, sin embargo el concepto es semejante a una instalación  en mármol de Maurizio Cattelan.

Untitled, de Sudarshan Shetty (2015)

Madera reciclada / Medidas: 243,8 x 183 x 27,9 cm

Tanto ésta como la obra a continuación están talladas a mano y representan un elemento que pertenece a la vida cotidiana y al folklore de India: las alfombras de oración de pequeño tamaño. El uso de la madera reciclada, obtenida en mercados, le confiere a la obra una cualidad particular porque lleva adherida las historias pasadas de sus antiguos dueños. Estas nuevas estructuras, sin embargo, transmiten una sensación de soledad y de ausencia. Shetty examina los gestos en los rituales de la muerte. Por eso considera que el conjunto de sus obras forma parte del esfuerzo por encontrar sentido al vacío que queda detrás de la ausencia.

Sudarshan Shetty

Leila Heller Gallery, Dubai