05/03/25 - Cada vez que visitamos el Museo Reina Sofía de Madrid, resulta inevitable detenerse en la sala donde se exhibe el majestuoso Guernica de Picasso que, como siempre, se encuentra saturada de público proveniente de todo el planeta. Resulta que nadie quiere perderse detalle de la extraordinaria pintura que escenifica el dolor de la humanidad.
Sin embargo, el museo ofrece un atractivo adicional a través de sus exposiciones temporales cuidadosamente seleccionadas y que complementan a la colección permanente. En esta ocasión, Soledad Sevilla (España, 1944) presenta una fracción significativa de su trayectoria artística, distribuyendo pinturas de gran formato en varias salas del museo.
Nuestro recorrido comienza con la pequeña obra de Eusebio Sempere (España, 1923-1985), quien fuera una figura de referencia en la carrera de Sevilla y al que dedica un conjunto de pinturas en las que la línea es la protagonista.
Horizonte blanco horizontal, de Soledad Sevilla (2024)
Técnica: acrílico sobre tela
Horizonte blanco vertical,
Técnica: acrílico sobre tela
En esa sala, al trabajo de ambos creadores se suma el silencio reinante que, junto a una luminosidad mística, envuelven al visitante y transmiten serenidad. Resulta que en la pinturas las líneas, aunque ínfimas, en repetición o acumulación provocan esta solemne gravedad imposible de reproducir en fotos: el gesto, el ritmo, el rigor geométrico, la capacidad para la modulación tonal y la meticulosidad solo son visibles en presencia.
El tiempo vuela, de Soledad Sevilla (1998)
Instalación de 1500 mariposas de papel, poliéster y pintura
El Tiempo Vuela es la única instalación exhibida y en ésta la artista aborda la idea de lo transitorio. El hipnótico movimiento de las mariposas que vuelven una y otra vez a la misma posición refleja la idea del tiempo circular (como las agujas de un reloj). La artista expande aquí sus preocupaciones estéticas hacia lo espacial.
En otro espacio el color y el tamaño de las obras, dispuestas casi al ras del piso y muy cercanas unas a otras, resulta abrumador. La reiteración de las tramas conforma una arquitectura detallada. Son muchas pinturas y semejantes, porque Sevilla trabaja en serie. En sus propias palabras: "considero que el problema no se resuelve con una sola imagen; necesito varias imágenes que se acompañen y dialoguen entre ellas.”
Sin título, de Soledad Sevilla (1977)
Técnica: acrílico sobre lienzo
Debemos reconocer que de toda la muestra quedamos impactadas con las líneas, que son casi como hilos que se pasean por todo el lienzo, hasta formar un entramado geométrico.
Soledad Sevilla trabaja metódicamente y se comunica con el visitante a través de un riguroso lenguaje basado en esta pureza de la línea. Así como Vasili Kandinsky (Rusia, 1866 – Francia 1944), la artista nos transmite, con este trazo recto, el estado interior de sus emociones complejas, algo que inclusive podría ser un reflejo de las nuestras.
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