Museo Bourdelle...
11:2614/05/24 - En el barrio de Montparnasse, justo en el 18 de la calle que lleva su nombre, se ubica la casa- taller de Antoine Bourdelle (1861-1929), el escultor de los grandes encargos oficiales y de las obras monumentales, alguna de las cuales aún se conservan en el jardín de la propiedad.
Bourdelle, nacido en Montauban, se muda a París en 1885 a este museo que hoy estamos recorriendo en donde nos sorprende la cantidad de visitantes que se pasean por las habitaciones y los espacios de creación, en un dia con clima poco favorable de esta París invernal.
Ni bien se ingresa al hall, una hilera de escayolas conduce al jardín interno donde Centauro Moribundo domina toda la escena. Es una pieza monumental en bronce cuya figura tiene la cabeza hacia un costado y el brazo derecho sobre una lira. El torso es de anatomía clásica y si recordamos un poco la mitología asociamos la obra al mito de Quirón, cuando Hércules accidentalmente hiere a este gran amigo suyo que luego obtiene la inmortalidad. Secunda al centauro La Vierge á l’Offrande en la que Bourdelle representa a la Virgen sosteniendo a su hijo como si fuera una ofrenda. A pesar de la rigidez y del volumen de la figura la mujer sujeta hasta con gracia al niño. Si el Centauro resultaba una escultura clásica, ésta última resulta medieval.
Delante: Centaure mourant (Centauro moribundo), de Antoine Bourdelle (1911-1914)
Detrás: La Vierge à l’Offrande (Virgen de la ofrenda), de Antoine Bourdelle
Jardín, Museo Bourdelle, París
Maqueta para el Monumento al General Alvear, de Antoine Bourdelle (1915)
Material: Bronce
El Centauro Moribundo o El Centauro Herido, Heracles Arquero y El Monumento ecuestre a Carlos María de Alvear pertenecen al acervo de escultura pública y monumental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se dice que el monumento a Alvear, inaugurado en 1926, fue considerado por el propio artista como su obra maestra dentro de los grandes monumentos.
Atelier de escultura
Penélope, de Antoine Bourdelle (1909)
Material: yeso
En el taller de escultura la presencia del artista se mantiene viva. La luz que penetra por la ventana nos permite apreciar su ductilidad en todos los materiales posibles que le suministraba el Siglo XIX, tales como mármol, madera y bronce. El espacio fue testigo de creación y, a pesar de las restauraciones, mantiene esa atmósfera del siglo pasado. Si el jardín interno se usó como espacio de almacenamiento de las obras monumentales, el atelier de escultura era el espacio de creación.
Bourdelle tenía en su familia a las modelos que necesitaba. La primera esposa, Stéphanie Van Pays, posó para Penélope y Cléopâtre Bourdelle, la segunda, para La Virgen de la Ofrenda. Gracias a esta última y a su hija, quienes donaron el legado, es que este museo nos permite conoce a un escultor que abrió las puertas a la modernidad.
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