Narcissus Garden, de Yayoi Kusama (1966) 

Acero Inoxidable

Narcissus Garden se conforma de 700 esferas en acero inoxidable que recorren toda la entrada de la primera sala del museo. En realidad el efecto es como de un río plateado que alcanza los 70 metros de largo. El título de la obra hace referencia al defecto exagerado de la propia observación,  el narcisismo, concepto originado en el personaje mitológico, quien por mirarse embelesado en el reflejo de una laguna, cae y muere ahogado. La leyenda cuenta que su muerte fue un castigo de los dioses proporcional y simbólico con respecto al defecto (Narciso se ahoga cuando atraviesa su propio fantasma). Como corolario, el joven es convertido en una flor de corona brillante para que sea contemplada por toda la eternidad. 

Lo mismo ocurre con esta obra, si nos acercamos tanto a las esferas para vernos de cerca y mejor, hasta podríamos derrumbarnos sobre ellas.

Las otras dos instalaciones se montaron dentro de cubículos en donde se ingresa individualmente por solo 2 minutos. Una en la oscuridad y la otra totalmente iluminada. Ambas nos llevan a una nueva dimensión: la obra se completa cuando nos introducimos en la sala quedando solos y aislados. Ahí mismo la galaxia de Yayoi se expresa en toda su inmensidad. 

Reza la cartela que el Museo Rubell es la única institución que logró reunir las tres instalaciones al mismo tiempo, cumpliendo de esta manera el objetivo que se propone: compartir la colección con el público de todas las edades.