Visitantes contemplativos, abstenerse...
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Ciertas muestras requieren la intervención del visitante, algo que no siempre es fácil para los que practican la contemplación. A veces se puede pasar
desapercibido, otras uno se convierte en
un observador observado y, en algunos casos, no se puede evitar interactuar. Algo
de esto ocurre en la muestra del MALBA, Experiencia Infinita.
Entre otros
acontecimientos, de Elmgreen & Dragset (2000)
Proyecto site-specific continuo: dos pintores
desempleados pintan de blanco la sala indefinidamente.
Al comienzo reina la confusión: ¿La sala está siendo repintada? Qué momento inoportuno
para hacer arreglos... Sin embargo, al leer la cartela de la obra de
Elmgreen & Dragset, todo cobra
sentido. Los artistas quisieron reconocer un trabajo que resulta
invisible en los centros expositivos: el de aquellos trabajadores que se encargan de
mantener blancas las paredes del cubo blanco.
Narrativa instantánea, de Dora García
Instalación en vivo
La artista española Dora García
(Valladolid, 1965) sorprende con una obra que enfrenta al público a una
pantalla con comentarios proyectados, escritos por un observador anónimo. Estos comentarios se refieren a quienes entran a la sala, con lo cual caemos en la cuenta de que estamos siendo observados por un desconocido.
Puerta Giratoria, de Allora & Calzadilla (Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla)
Instalación coreográfica. Diez
bailarines entrelazados funcionan como una puerta giratoria que reproduce
gestos de diversas manifestaciones sociales.
No piense que va a poder escaparse de la
exhibición sin tener que interactuar porque hay que pasar por una puerta
giratoria humana que hace las cosas complicadas para el visitante. Los
movimientos que realizan los bailarines fueron tomados de protestas políticas y
marchas militares. Es como una fila que va rotando y hay que hacer malabares
para pasar a través de ellos.
La muestra es por demás atrayente. ¿Fue concebida para atraer visitantes? Cierto es que estas interpretaciones vivas animan a visitar el
museo a un público por demás heterogéneo. Pero también es cierto que estas performances e instalaciones son una forma económica
y rápida de despertar interés, ya que lo
que se le paga a un bailarín o a un pintor es mucho menos que lo que sale
asegurar y transportar una obra de arte valiosa.
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