Museo Munch...

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26/09/22 - A Edvard Munch (Noruega, 1863-1944) le gustaba considerarse un artista único, un creador que no pertenecía a ningún movimiento artístico. Sus pinturas están cubiertas de melancolía y muchas de ellas reflejan ese invierno interminable a la que está sometido su territorio. Pero lo más importante es que reflejó la decadencia de la sociedad noruega burguesa que se escondía detrás de una máscara, cubriendo todas las miserias humanas.

Self-portrait against green background, de Edvard Munch (1905)

Técnica: óleo sobre tela

Melancholy, de Edvard Munch (1893)

Técnica: óleo sobre tela

Dispair, de Edvard Munch (1893)

Técnica: óleo sobre tela

Puberty, de Edvard Munch (1894)

Técnica: óleo sobre tela

Madonna, de Edvard Munch (1894)

Técnica: óleo sobre tela

A pesar de ser un museo dedicado a la obra de Munch y ostentar su nombre, no presenta en su colección la famosísima pintura El Grito. Pero como hay tres versiones de la obra (una pintura, un dibujo y una impresión), una de ellas sí pertenece a esta institución. Obviamente merece una sala aislada y con guardia permanente. Munch creó todas las versiones en cartón y papel, por lo tanto estas pinturas son muy frágiles, no hubiera ocurrido lo mismo si hubieran sido pintadas sobre tela. Es por eso que la sala está iluminada con muy poca luz para no afectar los colores de los pigmentos, provocando la ruptura del papel o del cartón a lo largo del tiempo. Es así que este El Grito no se exhibe continuamente, para preservarla para futuras generaciones.

El Grito, de Edvard Munch

Este museo, recientemente inaugurado, presenta una arquitectura por demás contemporánea. Por su ligera inclinación resulta completamente orgánico y acorde al espacio que lo rodea. También pertenece a la colección permanente el recientemente adquirido coloso de la artista inglesa Tracey Emin, que se ubicó en el exterior, sobre una plazoleta, brindando el marco perfecto a este innovador edificio.