Bienal de Venecia... Parte II

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16/05/22 - La visita a Arsenale, el segundo espacio donde se exhibe la muestra curada por Cecilia Alemani, se inicia con la ganadora del León de Oro, Simone Leigh. Se trata de una escultura monumental de casi cinco metros de altura, en bronce, con la figura sintética de una mujer, aparentemente africana, con rasgos virtuosamente definidos por la artista. Es un trabajo poderoso, montado estratégicamente, y quizás la imagen más fotografiada de esta Bienal. Un dato curioso: es la primera vez en 127 años de bienal que una artista de raza negra recibe el máximo galardón.

 

Brick House, de Simone Leigh
Bronce

 

Nuevamente aquí la curadora repite “las cápsulas del tiempo” que ya habíamos visto en Giardini y que contrastan aún más con este espacio de salas con grandes dimensiones, ocupadas por obras expansivas. Las cápsulas son compactas y en espacios condensados. Una de ellas corresponde a un verdadero descubrimiento: Aletta Jacobs (Países Bajos, 1854-1929), que presenta cinco modelos en papel maché que refieren a los distintos estadios de la gestación. Exhibir a Jacobs, que fue la primer mujer admitida en una universidad holandesa, es ciertamente inusual y seguramente un desafío que nos propone Alemani, ya que se aspira a que solamente se presenten artistas vivos y en actividad. Pero la curaduría consideró que estas presencias femeninas, que no tuvieron un lugar en la historia del arte en su momento, son las antecesoras de lo que se produce hoy.

 



Womb models by the Ateliers Auzoux, de Aletta Jacobs (1840)

 

Las formas uterinas se repiten en Marguerite Humeau (Francia, 1986) pero en dimensiones superlativas. Estas esculturas biomórficas pivotean entre la representación de la procreación en alguna civilización futura y una imagen de lo que pudo ser la creación en el inicio de los tiempos. Sin embargo la artista es una fiel referente del proteccionismo natural, sobre todo de los océanos.

 

Migrations, de Marguerite Humea (2022)
Instalación, resina y polímero biológico y sintético, vidrio, acero.

 

Teresa Solar (Madrid, España 1985) también exhibe esculturas monumentales que rondan entre lo natural y lo artificial. Destacamos una instalación a gran escala de estructura zoomórfica que se asemeja a las branquias de los peces. 

 


Tunnel Boring Machine, de Teresa Solar (2022)
Materiales: resina y arcilla

 

Este acotadísimo grupo es excelente para demostrar que, a través de tanta fantasía, Cecilia Alemani apuesta a imaginar un nuevo futuro con cambios en el canon histórico del arte. Así damos por finalizada la visita por la muestra que da origen a esta Bienal, que es una verdadera sorpresa y un bálsamo para los sentidos.

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