Como era de esperar, Leandro Erlich (Argentina, 1973) vuelve a jugar con nuestros sentidos con Escalera Horizontal, exhibida en la Fundación Santander de San Telmo. Está ubicada en una pecera de cristal, tal como aquellos objetos que sólo pueden admirarse desde lejos y con los que el espectador no se puede involucrar.  Así a esta mole de metal, un ambicioso site specific de casi 20 metros de largo, recostada sobre el piso, solo podemos contemplarla. En esta observación que hipnotiza, ya que la escalera rota sobre su eje en forma lenta, no dejamos de pensar en lo gracioso que es enfrentarnos con este objeto tan cotidiano, en una disposición sumamente disparatada: una escalera que no sirve para ascender o descender, que sólo nos lleva a nuestra más interna reflexión (¿hacia dónde queremos llegar subiendo y bajando constantemente?).

Fundación Santander

Erlich produjo otras escaleras pero ésta es la primera a la que le incorpora movimiento, lo cual, por sus dimensiones, se transforma en su pieza cinética más ambiciosa. Como es costumbre en las obras de este artista, la factura es impecable.