Una experiencia participativa se basa en incluir al espectador en el trabajo incompleto de un artista. ¿Por qué incompleto? Porque cuando el espectador participa o forma parte de alguna manera de esa obra y se funde en comunión con ésta, la concluye (en definitiva, se completa).

La Fundación Santander exhibe por estos días tres piezas de Marta Minujín (Argentina, 1943). Una de ellas se conforma de varios colchones multicolores entrelazados. Con el correr de los años, estas esculturas blandas de la artista se exhibieron en numerosas oportunidades. A veces el visitante podía zambullirse en los colchones. Pero en estos tiempos de “selfies”, Minujín (que siempre nos incluye en sus obras) exhibe Conceptos entrelazados en posición vertical y agrega, además, espejos para que nosotros formemos, o no, parte de este juego óptico en el que se reflejan los coloridos meandros. 

Se enfrenta a Conceptos Entrelazados otra pieza participativa de Marta. En este caso es un cubo de más de 3 mts de largo por 6 mts de alto al que se ingresa por uno de sus lados. Dentro, la música de Philip Glass (en loop intervenido por Minujín) se asocia con un film en repetición de los colchones. La psicodelia dice otra vez presente, aunque la artista la bautizó como “transpsicodelia”. 

Implosión!, de Marta Minujín

Fundación Santander

La última obra está en la terraza y es una escultura autorretrato de Marta en hierro con los característicos anteojos puestos en luz de neón. Ahí no termina todo: gracias a un código QR nos podemos conectar con otros integrantes de la muestra, respondiendo en sintonía un cuestionario (Mapa de Almas), cuyas preguntas se refieren a situaciones de nuestro tiempo. 

Implosión! es color y movimiento desde la entrada. Una gigantografía de la artista nos recibe en la puerta y para ingresar debemos atravesar su boca… todo lo que sigue es diversión!