Bienal de Venecia 2019...
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15/07/19 - A quién no le gustaría, siendo un simple observador con algo de conocimiento sobre los múltiples lenguajes del arte contemporáneo, escapar de la rutina mecánica que se nos ofrece en los museos y galerías para ir más allá, donde realmente se cocina el arte que viene. Tener, por un instante, esa sorpresa que nos agudiza el intelecto en este mundo policéntrico, multi-dimensional y complejo. Es por eso que esperamos mucho de la Bienal de Venecia, la más importante del planeta. Veremos si la edición 58 cumple el objetivo. Como ya sabemos, lleva por título May you Live in Interesting Times (Que vivas tiempos interesantes) y fue curada por Ralph Rugoff (norteamericano que vive en Londres y trabaja en una de las galerías más conocidas en New Bond Street).
La exhibición comienza en Giardini, con una instalación escenográfica de Lara Favaretto creada a partir de una columna ficticia de niebla que baja desde el techo de la entrada.
Thinking Head, de Lara Favaretto (2017-2019)
Sistema de niebla escenográfica, tubos, mangueras, bomba de agua, controles remotos.
Ya en el interior, las pequeñas esculturas de Andra Ursuta (Rumania, 1979) nos van a acompañar en todas las salas como si fueran recipientes para tirar basura, pero con forma de columna vertebral invertida. Dentro hay objetos personales de la artista que decidió descartar luego de su divorcio. Como la ambigüedad de lo que sirve y lo que no, cuando hay una ruptura sentimental. Como se le dificultó el descarte, decidió convertirlo en arte.
Divorce Dump, de Andra Ursuta (2019)
Materiales: aluminio, yeso, acero, pintura, bolsa de basura y "basura matrimonial"
La asistencia tecnológica en las obras se debate frente a aquellas otras que casi resultan primitivas. Can’t Help Myself es una máquina que, con un movimiento obsesivo, barre un líquido rojo del piso dentro de una caja de acrílico. A medida que el líquido rojo cambia de lugar, los sensores de la máquina lo detectan y lo vuelven a barrer con una gracia tal que se asemejan a los movimientos humanos. El líquido (sangre) se vuelve incontrolable a pesar de todos los esfuerzos del brazo secador, se percibe, entonces, este efecto elusivo propio del arte contemporáneo. Untitled de Shilpa Gupta (India, 1976) nos pone en el borde del colapso cuando una gran puerta residencial de hierro golpea una y otra vez hacia un lado y hacia el otro de una pared que se va destruyendo. El sonido de la instalación es agobiante, en algún otro lugar hasta resultaría ilegal por la contaminación sonora. Además la puerta moviéndose se revela como un ente solitario y descontrolado.
Can’t Help Myself, de Sun Yuan y Peng Yu (2016)
Material: Robot industrial KUKA, acero inoxidable, goma
Untitled, de Shilpa Gupta (2009)
Puerta móvil que se balancea y rompe la pared
Continuando con el despliegue de obras con asistencia tecnológica, cinco pantallas circulares cuentan una historia ficticia sobre un submarino creado por Leonardo Da Vinci. En esta instalación nos sumergimos dentro de la máquina renacentista en forma virtual, que será recreada como un arma letal, obviamente emulando a las fake news actuales.
Leonardo’s submarine, de Hito Steyerl (2019)
videoinstalación.
Aquellas obras sin asistente tecnológico, en las cuales se utilizan elementos de la naturaleza, tejidos y objetos encontrados, hacen referencia a los conflictos del planeta y a su propia supervivencia. Son un llamado de atención sobre el recalentamiento y la devastación que provoca el hombre, recreadas en imágenes apocalípticas.
With History in a room filled with people with funny names 4 (garden), de Korakrit Arunanondchai
Materiales Varios
Gabriel Rico
Bienal de Venecia - Giardini
Acts of Appearance, de Gauri Gill (2015- 2019)
Fotografía en color
(Continuará...)
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