Gustav Klimt... (Parte I)

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18/12/18 - Si se visita Viena, no se puede dejar de ir al Belvedere Museum, un palacio que alberga la mayor colección de pinturas (son 24) de Gustav Klimt (1862-1918), incluyendo las dos obras maestras de su período de oro: "El Beso" (Lovers) y "Judith".

En las primeras salas se exhiben retratos de mujeres, ligeramente alejadas del canon académico que regía en la época. Cuenta el texto de sala que, en 1890, Klimt formaba parte del grupo de jóvenes asociados a la organización oficial de artistas disconformes con las políticas tradicionales de exhibición. Es así que, en 1897, fundan una nueva asociación, conocida como "La Secesión", que animaba a los vanguardistas a exhibir sus obras más audaces.

Retrato de Mujer, de Gustav Klimt (c 1893)

Técnica: óleo sobre tela

Retrato de Mujer, de Gustav Klimt (c 1893) - Detalle

Técnica: óleo sobre tela

En las salas siguientes se exponen las piezas del período dorado de Klimt. Quizás la pintura más reconocida sea "El Beso", por lo que es la estrella de la colección permanente. No es necesario describirla, todo lo que ocurre está a la vista. Sí vale recalcar la técnica que desarrollaba en ese momento: la combinación de hojas de oro con óleo. De hecho, esta obra marca la culminación del período dorado y, por eso mismo, Klimt no escatima en metales preciosos. Contiene oro, platino y plata, convirtiéndola, además, en un objeto preciado en términos de materiales. A pesar de ser considerada una pintura, la obra presenta cierto volumen debido a su exquisito collage.

The Kiss (Lovers), de Gustav Klimt (1908 – 1909)

Materiales: hojas de oro, plata, platino, óleo, imitación de dorado a la hoja (cobre).

The Kiss (Lovers), de Gustav Klimt (1908 – 1909) - Detalle

Materiales: hojas de oro, plata, platino, óleo, imitación de dorado a la hoja (cobre).

Completan la sala otras piezas del mismo período, como el retrato de Fritza Riedler y "Adán y Eva". El tema dominante es la mujer y, sobre todo, la conexión con el hombre. No son obras optimistas, hay cierta melancolía en las miradas de los personajes.