Sólo escultura...
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19/02/18 - Ya adentrados en el siglo XXI suponemos que ciertas expresiones de las
artes visuales están agotadas. Sin embargo algunos artistas aún exploran géneros
históricos, como la figuración en escultura. Con este concepto
en mente, la galería Skarstedt de New York reunió piezas modernas y contemporáneas de creadores
que emplean la figura escultórica para expresarse. Esta muestra lleva por título "Approaching The Figure" (Acercándose a la Figura) y aunque los límites están definidos (figuración en
escultura), cada forma presentada conserva la individualidad propia del artista
que la realizó. Desde una imagen infantil hasta un ciervo herido, cada objeto
provoca emociones diferentes revelando humor, tristeza y hasta respeto en quien
observa.
Bear and Policeman, de Jeff Koons (1988)
Material: madera policromada / Medidas: 215,8 x 109,2 x 91,4 cm
Comencemos con la muy conocida "Bear and
Policeman" (Oso y Policía) de la serie Banalidad de 1998 de Jeff Koons. La pieza,
de más de dos metros de alto, personifica la particular manera en la que el artista combina imaginariamente dibujos
animados y humanos. Su escala magnifica las emociones del observador a través de figuras, oponiendo la vida real a la imaginación.
BFF, de Kaws (2016)
Material: bronce pintado / Medidas: 243,8 x
103,1x 62,7 cm
Esta figura de Brian Donnelly (USA, 1974),
conocido como Kaws, es la primera vez que se expone. Como es habitual en sus personajes, éste mantiene una estética
entre animal y humana, lleva los ojos con la letra X y la nariz en rosa.
Totalmente en bronce y con las partes que pertenecen al simpático rostro
coloreadas, BFF parece salido de un graffiti, aportando una
perspectiva urbana o callejera. Kaws pretende alejarse del discurso que rodea a
la escultura, reservado históricamente al más alto nivel de la práctica académica.
Ten Breaths: Tumbling Woman II, de Eric Fischl (2007)
Material: bronce / Medidas: 64,8 x 120,7 x 66
cm
La mujer desnuda y tumbada de Fischl
trasmite angustia por lo desarticulado de su posición, sumado al material usado, que la representa como que hubiera sido abrazada por las llamas. La intención del artista es presentar de
cerca la fragilidad humana cuando se ve envuelta en una situación extrema, como
un incendio o en un ataque terrorista. “El momento crucial en que el ser humano
lucha con toda su fuerza interna contra
las fuerzas externas imposibles de dominar”, explica.
Creature of Habit 2 (Deer), de Rosemarie Trockel (1990)
Material: Bronce / Medidas: 20,3 x 121,9
x 78,7 cm
En otra sala el pequeño ciervo nos lleva
otra vez a la tristeza. Sin embargo según Trockel representa la muerte y la vida en el ciclo de la
naturaleza.
La
muestra despliega los trabajos de un grupo de artistas con un estilo único.
Cada uno provoca en el visitante sentimientos diferentes y nos acerca a reconsiderar a la figura como expresión del
siglo XXI.
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