Caña de Azúcar...
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12/02/18 - El siguiente es el relato de una experiencia particular que
ocurrió en una de las salas del segundo piso del MoMA de New York. No es una
visión fácil de transmitir, sobre todo porque las fotos no están permitidas en
el lugar como para aclarar los hechos. Para comenzar, se trata de un conjunto
de sensaciones que intentan ubicar al visitante en el lugar donde la artista
Tania Bruguera (Cuba, 1968) creó este “Sin Título” y que presentó en la Bienal
de La Habana del año 2000. Para ello se requiere mucha paciencia
para acceder: sólo 5 personas pueden estar presentes en el recinto, un número
muy bajo para un museo con una capacidad para 350. De manera que luego de casi
una hora de fila y de haber sido prevenidos que los tacones no están
aconsejados, que hay escenas de desnudez total y que no se puede caminar
descalzo, se accede a una sala en total oscuridad.
Todas las recomendaciones y la espera se diluyen cuando se
vive la experiencia. Primero el olor penetrante de algo fermentado invade el
sentido del olfato, luego el piso, que es irregular porque está cubierto de
caña de azúcar, obliga a caminar con cuidado. Cuando la vista se acomoda, se
llega a descubrir en el centro de la sala una luz que guía el camino. En
realidad es una pantalla colgada del techo que exhibe un video de Fidel Castro
en actos públicos y privados, pronunciando discursos a la multitud, nadando o
abriéndose la camisa de su uniforme militar para demostrar que no lleva un
chaleco antibalas.
Resumiendo, la obra combina caña de azúcar molida, escenas
de un video del líder de la Revolución cubana y una performance en directo en
una oscuridad casi absoluta llevada a cabo por 4 hombres desnudos de pie sobre
los desechos de caña. La sensación general es visceral y asfixiante: estamos
dentro de una cárcel de condiciones indignas, donde cuatro seres desprotegidos
se enfrentan a la imagen del líder que se muestra en el video.
Lo cierto es que con muy pocos elementos (y fáciles de
conseguir en Cuba), la talentosa artista demuestra que el romanticismo del
sistema político del país caribeño no es tal como se transmite al exterior.
Además sugiere la relación entre los ciudadanos y la autoridad en una sociedad
de opresión política. En palabras de Bruguera, la finalidad no es “representar
lo político”, sino más bien “provocar lo político. “Sin Título” fue adquirida
por el MoMA para integrarse a la colección permanente del museo.
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