28/09/17 - Dos grandes vainas en hierro fundido suspendidas del techo sostienen pesados globos de cristal. La obra se titula "Calibrar" y pone a prueba el equilibrio, pues los globos esculpidos no están adheridos sino apenas apoyados en el borde de la vaina metálica. La estructura es sumamente orgánica, remite al reino vegetal y probablemente pese unos cincuenta kilos, pero se ve liviana a pesar de su opulencia. La artista es la norteamericana Kathleen Ryan (1984) y exhibe en la galería Arsenal Contemporary de New York unas pocas piezas en donde refleja tensiones materiales.

Caliper, de Kathleen Ryan

Materiales: hierro fundido / Medidas: 59 x 35 x 9 ½ pulgadas

En la sala principal continúa la organicidad con dos esculturas que a simple vista parecen realizadas con elementos inestables y efímeros. Sin embargo, de cerca vemos que nuevamente Ryan se vale de pesados materiales para crear tensiones. Un soporte rudimentario sostiene un racimo de incontables cristales verde jade, en un caso, y rosa cuarzo, en el otro, en forma de gotas. Ambas esculturas se completan con vainas de hierro fundido que, en su rigidez, no llegan a comprometer la intención de fertilidad y movimiento que sugieren las piezas.

Diana, de Kathleen Ryan

Materiales: cuarzo rosa, latón y hierro fundido

Miranda, de Kathleen Ryan

Materiales: Jade, latón y hierro fundido

La última sala de la galería sólo presenta una obra realizada con bolas de bowling, que llevan los nombres de sus antiguos dueños y que, en conjunto, forman un collar de cuentas imposible de llevar. Pero la artista las dispuso como si alguien lo hubiera usado recién y lo hubiese dejado caer en un movimiento serpenteante y sensual, donde el peso se ha evaporado.

Kathleen Ryan

Materiales: alambre, pelotas de bowling, latón / Dimensiones variables