Tate Modern: Salas de artista
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20/02/17 - Desde hace algunos años, en el Reino Unido, se
está llevando a cabo un programa particular: Artist Rooms. Determinados museos
y galerías destinan una sala entera a un artista. Los elegidos para las muestras
deben ser figuras icónicas del siglo XX o del actual. Las exhibiciones se organizan de manera simultánea en treinta espacios a lo largo y a lo ancho de la
isla. El programa está dirigido al público joven para que, sin salir de su
ciudad, tenga acceso a creadores relevantes del arte. Más de 40 millones de visitantes ya pasaron
por las salas y todavía van a ser muchos más ya que el proyecto se extenderá
hasta el 2019.
La Tate Modern de Londres, que participa
de este programa, exhibe a la artista francesa Louise Bourgeois (1911-2010). La
exposición comprende una selección de sus últimos trabajos junto a un pequeño grupo de piezas que pertenecen al
inicio de su carrera. Con siete décadas dedicadas a la creación y con
una autorreferencia constante, además de tratar temas universales como la
muerte, la vida, el amor y el miedo, esta artista no ha dejado de sorprender.
Ejemplo de esto son las numerosas arañas de hierro de los 90, esculturas asociadas a su madre, quien pasaba los días sentada tejiendo y
cosiendo. El negocio familiar se basaba en la reparación de tapices antiguos y
Louise creció viendo a su madre trabajando en eso día tras día: “Vengo de una
familia de restauradores o reparadores. La araña siempre está reparando, si uno
rompe la red que ella ha tejido, vuelve sobre ésta y la repara”.
Spider, de Louise Bourgeois (1995)
Materiales: bronce,
pátina oscura / pieza para pared
Spider, de Louise Bourgeois (1994)
Materiales: bronce,
nitrato de plata, pátina marrón y granito
Las arañas de grandes dimensiones llevan
en su saco huevos realizados en granito, revelando el interés de la artista por el
cuidado de la madre a la criatura que lleva dentro de sí. Es la imagen de una
progenitora sobreprotectora, creadora y reparadora.
Spider, de Louise Bourgeois (1994)
Materiales: bronce,
nitrato de plata, pátina marrón y granito
La sala presentaba otros trabajos, dispuestos como en un antiguo gabinete de curiosidades: piezas apiladas, una
al lado de la otra, tal como si fuera una colección objetos o como hubiera sido el propio estudio de la
artista. Las estrellas eran, sin duda,
las arañas y, ante la atenta mirada de los guardias de sala, se podía circular
entre sus enormes patas de bronce.
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