21/07/16 - Continuamos con nuestro recorrido por la muestra curada, con excelencia, por María Alba Bovisio, en la que los textos de sala introducen el tema al visitante de manera propicia. Acompaña un montaje que permite observar las piezas, colocadas en vitrinas, desde todos los ángulos gracias al uso de espejos estratégicamente ubicados. Además, la austera arquitectura del lugar favorece a la exposición en general: cada sala es una experiencia que va desde el cubo blanco total hasta la penumbra absoluta.
En todo este entorno, una pequeña figura antropomorfa en piedra, que pudo funcionar como mortero o como mano de mortero, se destaca del resto. Aparentemente, en el mundo andino, los ancestros podían adquirir diversas encarnaciones como esculturas, máscaras y morteros que acompañaban al fardo funerario. Otra de las piezas llamativas es una figura que remite a un cuerpo envuelto a la manera de fardo funerario. Es posible que dicha pieza estuviese en la tumba como “doble lítico” del ancestro.