Provocativas, simbólicas y viscerales son algunos de los adjetivos que identifican las obras del creativo-destructivo Maurizio Cattelan, quien actualmente presenta una nueva serie de trabajos en la galería Gagosian de Londres. 

La muestra lleva por título Bones y se compone de una serie de paneles en oro, una escultura con cuernos sobre un sillón y de un simpático esqueleto tocando la guitarra dentro de una botella.

DEAF, de Maurizio Cattelan (2025)

Los paneles dorados fueron “modificados” con uno o dos balazos. Estas superficies representan lo que acostumbra a demostrarnos Cattelan sobre la creación-destrucción de manera metafórica. La violencia de la marca sobre el dorado (aparentemente una superficie con una mínima capa de oro de 24 kilates) es tal que impacta al visitante, quien intenta buscar una relación con los lienzos rasgados de Lucio Fontana (Argentina, Rosario, 1899 - Italia, Comabbio, 1968). Sin embargo lo de Fontana resultó vanguardista y lo de Cattelan salvaje. 

En la vidriera de la galería se ubicó a la imponente escultura Notre Dame en la que el mármol tallado como una cabeza y los cuernos de toro reflejan la tensión entre lo natural y lo imaginado. No puede negarse lo mítico en la pieza que representaría a una deidad fosilizada que guarda en las formas el sello del poder y la virilidad. Finalmente Deaf, la absurda figura de un esqueleto encerrado en una botella de muy pequeño tamaño que paradójicamente fue ubicado sobre un pedestal y se exhibe en solitario en una habitación aislada, muy Cattelan!