Ugo Rondinone en Venecia...

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13/06/22 - Con una composición que pivotea entre la condición humana y la meditación en torno a la naturaleza, Ugo Rondinone (Suiza, 1964) se expresa a través de esculturas colgantes que representan seres humanos en color azul. Tal como los ángeles de las pinturas de Tintoretto, estas siete esculturas parecen danzar sobre nuestras cabezas. La muestra se llama Burn shine fly y se lleva a cabo en la Scuola Grande di Giovanni Evangelista, un espacio fuera del circuito turístico de Venecia y bastante difícil de encontrar.

Además del grupo escultórico que cuelga del techo de la Iglesia, se ubicó en el espacio de la entrada otra escultura en forma de círculo dorado que pretende ser un sol. Mide algo más de 5 metros de alto y, según refiere el artista, busca celebrar la vida. Cuenta la cartela que todo este proyecto, que realza la arquitectura de la Iglesia que lo contiene, surge a partir de un video del artista en el cual 18 bailarines se mueven alrededor de una fogata en el desierto desde el ocaso al amanecer. Estos cuerpos funcionan como hilos conductores entre el fuego y el sol, dando lugar a un nuevo ciclo de la vida.