11/01/22 - En el recicladísimo edificio de la Bolsa de Comercio de París, ahora convertido en museo por el coleccionista François Pinault, el artista Urs Fischer (Suiza, 1973) despliega su instalación más ambiciosa hasta ahora. Untitled se compone de una meticulosa recreación de la escultura de Giambologna (Douai hoy Francia, 1529) El Rapto de las Sabinas (1579-1582), ubicada sobre un pedestal (inspirado en los de las plazas públicas de Italia), más una serie de sillas junto a un único espectador que en realidad es la representación de Rudolf Stingel (Rudi, amigo de Fischer).

Con respecto a las siete sillas, la cartela cuenta que son una recreación de diferentes modelos y de differences sitios del planeta, simbolizando la globalización contemporánea. Como todo se desarrolla dentro de un espacio que fue centro del comercio, las sillas, representan el intercambio entre los diferentes continentes. 

El material en todas las esculturas es cera, tal como si fueran velas gigantes. Cada pabilo fue encendido en el momento de la inauguración de la muestra y del museo. El protocolo, definido por el artista, explica que una vez que la cera se consuma la obra desaparece (argumento perfecto para demostrar la fragilidad de lo todo lo que nos rodea). En definitiva, aquello en lo que se trabajó meticulosamente y con esfuerzo se consumirá en poco tiempo destruyendo todo el proceso creativo. 

Es indiscutible la fascinación que provoca observar esta especie de “performance“ que va evolucionando hacia la desaparición: las esculturas van mutando del realismo a la abstracción y, a medida que se funden, la cera cae sobre el piso a veces con trozos enteros. No hay aviso a los visitantes, ni espacios prohibidos, todo ocurre mientras estamos allí. Si tiene la suerte de que caiga algo sobre uno, va a formar parte de esta instalación que será recordada por mucho tiempo.