El artista francés es Jean-Michel Othoniel, de quien ya compartimos otras muestras que visitamos anteriormente.  En este caso vuelve a jugar  con el vidrio en color presentando una escultura en la que el material soplado (gracias a los artesanos de la isla de Murano en Italia), se convierte en una especie de bolsa rodeada por un anillo, también en vidrio. La forma es orgánica y la reunión de piezas enigmática. Si tomamos como referencia el título de la misma: Le Coeur Reversé (algo así como El Corazón Invertido), podemos suponer que la bolsa representa al órgano circulatorio y el anillo en rojo la arteria aorta, simbolizado muy poéticamente.  Pero se trataría solo de una suposición ya que no hay referencias directas del artista sobre la pieza. El color de la misma resulta sumamente atrayente: en dorado y rojo la vista no puede alejarse de la pequeña escultura. 

Le Coeur Reversé, de Jean-Michel Othoniel (2001)

Material: cristal de Murano soplado

El trabajo de Hernán Bas es una pintura de tono surrealista, en la que vemos a un joven rodeado de fantasmas en un bosque con luna llena. Aunque la descripción resulte tenebrosa, la obra no lo es sino que invita a la introspección y a la observación de los detalles. Como resultado, la escena derrocha melancolía y los fantasmas pueden ser reflejo de una aparición psicológica. Bas está viviendo uno de los mejores momentos de su carrera y el  reconocimiento fuera de Estados Unidos le está valiendo excelentes retribuciones, sobre todo en el mercado y entre los coleccionistas interesados en el Arte Contemporáneo, como Estrellita Brodsky (mecenas de artistas latinoamericanos), que fue una de las últimas en incorporarlo a su extensa colección.

Hernán Bas