Banksy (Retrospectiva)
13:53
Bansky: The Street is a Canvas, Círculo de Bellas Artes, Madrid
Medidas: 150 x 100 cm
Arraigado en la realidad urbana de todo el planeta Bansky nos comunica, con lenguaje irónico, los problemas, las contradicciones y los grandes temas de actualidad. Los personajes que utiliza son irreverentes pero también inocentes y recurrentes: monos, ratas, policías, niños y hasta los miembros de la familia real británica, todos ellos aplicados con la técnica del esténcil en las paredes de las ciudades más diversas. Adoptó esta forma de expresión porque le permite actuar rápidamente y evitar ser sorprendido por la policía. Este modo de protesta visual le permitió acceder a un público bien heterogéneo, convirtiéndolo en uno de los personajes preferidos de las generaciones más jóvenes.
Donut de Chocolate, de Bansky (2009)
Técnica: serigrafía sobre papel / Medidas: 54 x 76 cm
Técnica: serigrafía sobre papel / Medidas: 50,6 x 34,7 cm
Técnica: spray sobre madera / Medidas: 120 x 84,5 cm
La muestra comienza en una sala con tres pantallas que recorren todos los grafitis que realizó, junto a un mapa que indica el lugar donde efectuó cada intervención. Luego se exhiben las reproducciones serigráficas (de edición limitada) de los originales. Estas reproducciones no se cuestionan (según se explica en la cartela), porque cuentan con la anuencia del artista y los adelantos tecnológicos que lo permiten, además así justifican y avalan la muestra.
Técnica: litografía / Medidas: 53 x 84 cm
Si bien a Banksy se lo conoce como artista urbano y como un negador del mercado de arte, no se limitó a trabajar únicamente en la calle, sino que creó obras en lienzo que se subastaron a precios escandalosos. Recordemos que Niña con globo, que superó el millón de libras, se autodestruyó luego de su venta como una demostración de repudio del artista. La imagen de la niña refiere a la esperanza y fue pintada por Banksy en varios lugares. En 2004 comenzó a hacer grabados para su venta.
Fotografía
Si el graffiti cambió algo, de Bansky
Fotografia
En su libro “Wall and Piece” (Londres, 2005) explica que, como mínimo, pintó 32 representaciones de ratas en su primera etapa como artista. Si consideramos que estamos en 2021 y que las ratas se reprodujeron en subtes, muros y hasta en el baño de su casa durante la pandemia, debe haber ya cientos de ellas. Bansky nos dice que estos roedores existen sin permiso, son odiados, cazados y perseguidos, sin embargo, son capaces todavía de doblegar civilizaciones enteras y agrega que, si sos una persona sucia, insignificante y nadie te quiere, las ratas son el modelo a seguir. La única pieza -no reproducida- que se exhibe en la muestra es un trozo de pared con una rata. La misma está protegida dentro de una vitrina cerrada, quizás para que nadie, ni el mismo Banksy, la intervenga.
El amor está en el aire, también conocida como El lanzador de flores, fue la obra elegida para promocionar la muestra y es, posiblemente, el trabajo más conocido de Banksy. El dibujo retrata a un manifestante que está participando de una protesta callejera y cuya cara está oculta por un pañuelo. A primera vista parece estar lanzando un objeto o una bomba Molotov, pero cuando miramos con mayor detenimiento vemos que se trata de un ramo de flores. La silueta del hombre pretende retrotraernos a aquellos activistas de los años 60, que salieron a la calle en París para manifestarse contra el statu quo y se convirtieron en los precursores del arte urbano.
La muestra, que consta de cientos de reproducciones, recorre los trabajos del artista urbano y nos permite encontrarnos con un activista que reniega del mercado (aunque finalmente cae subyugado por el mismo) y pretende tenernos al tanto de los problemas que nos rodean y a veces no vemos.
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