Lo que nos dejó el 2019...

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Uno: El mercado de arte contabilizó 67 billones de dólares, una máquina perfectamente aceitada que no se detiene ante nada. El precio más alto en subasta fue para “Meules”, de Claude Monet, vendido por U$S 110,7 millones. Le siguió “Conejo” (Rabbit), de Jeff Koons, con U$S 91 millones (la obra más cara vendida de un artista vivo).

Dos: La obra más comentada fue “Comedian”, de Maurizio Cattelan, exhibida por la Galerie Perrotin en Art Basel Miami. Una banana madura pegada con cinta adhesiva a la pared. A pesar de haber generado gran incredulidad y cientos de preguntas (¿Hacia dónde va el arte? ¿Cómo afecta la obra al mercado?), la pieza se vendió 3 veces (3 ediciones), siendo el mayor precio U$S 150.000.

De naturaleza duchampiana, la ridiculez de la cosa presentada es quizás de lo que se trate Comedian (un título de lo más acertado): desenmascarar a aquellos que tiene exceso de billetes y se llevan lo que da más que hablar.

Tres: Este año se abrieron o remodelaron varios museos. China va a la vanguardia en inauguraciones, seguida por los países árabes, pero el más innovador (desde el punto de vista arquitectónico) es The Twist, en Noruega. El pasado octubre se reabrió el MoMA de New York, luego de una renovación de 450 millones de dólares, con la adición de más de 4.000 metros cuadrados.

The Twist - Noruega

Cuatro: El artista más buscado sigue siendo Banksy. Este año abrió un pop-up store en Londres, una tienda de artículos para el hogar que sólo podía verse desde afuera (una instalación). Allí exhibió tazas y alfombras de refugiados que se podían comprar vía web. Además, en la Bienal de Venecia, se presentó con un puesto de venta de objetos para turistas justo cuando un crucero pasaba detrás de él (su manera de protestar contra estos gigantes que afectan desmedidamente a la ciudad). Pintó además la imagen de una niña refugiada con una bengala en la mano sobre una casa en demolición. Subastó, a través de Sotheby’s, Devolved Parliament (Involución del Parlamento), en U$S 11 millones. Esta vez la obra no se autodestruyó, como Girl with Balloon. Terminó el año presentando un Nacimiento en la ciudad de Belén, en el que las figuras del pesebre tenían como fondo el muro israelí traspasado por un proyectil en forma de estrella.

Cinco: Se cumplieron 500 años del fallecimiento de Leonardo Da Vinci, con exposiciones por todo el planeta. Se publicaron 250 libros sobre su arte y sus inventos. Entre ellos se reeditó el libro Vidas de Giorgio Vasari (1555) y allí Martin Kemp y Lucy Russell pusieron especial interés en la traducción del capítulo The Life of Leonardo da Vinci (La Vida de Leonardo da Vinci).

Seis: El MALBA de Buenos Aires superó la cantidad de espectadores en toda su historia con la muestra Liminal de Leandro Erlich. Curada por Dan Cameron, se presentaron 21 instalaciones, entre ellas La Pileta (la obra más instagrameada). Interactiva y lúdica, la exhibición demuestra que la imaginación puede transformar la realidad en arte y crear ilusiones que parecen verdad.