Épsilon. Abstracciones descentradas.
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03/10/16 - La letra griega épsilon se utiliza en
matemática para referir a un pequeño error o desviación de la perfección que
uno permite o espera que exista en todo modelo matemático. En geometría, se usa como notación de la
excentricidad, parámetro que determina el grado de desviación de una sección
cónica con respecto a una circunferencia. En
óptica, determina la distancia desde cualquier punto de la retina a su centro.
Con esta introducción la curadora de la
muestra, Aimé Iglesias Lukin, explica qué significa la palabra Épsilon. Obviamente es una definición necesaria para una muestra de arte que presenta varias
artistas contemporáneas con escultoras
del siglo XX. La exhibición se lleva a cabo en el MACBA y es la anteúltima
muestra de este año, que fue dedicado exclusivamente a artistas mujeres. Ahora bien, intentemos
encontrar el épsilon en las salas, las desviaciones a las tradiciones
académicas. Para ello, en la primera, la curadora enfrenta obras casi actuales y en los más diversos materiales de escultoras como Irina Kirchuk,
Marcolina Dipierro, Silvana Lacarra, Jane Brodie, Elena Dahn y Dolores Furtado
con a una pieza de Alicia Penalba de 1962, en bronce.
Vista general de la primera sala - "Épsilon.
Abstracciones descentradas"
MACBA 2016
¿Podemos
considerar que "El Puente' de Kirchuk y la masa informe sobre el piso de Jane
Brodie son el épsilon? "El Puente" es la desviación, quizás, porque el vacío forma parte de la estructura
e interactúa con el visitante que se permite atravesarla. O quizás la desviación es la masa de un material absolutamente no tradicional
para la escultura, como es la brea sobre el piso, mientras que la obra de
Penalba se exhibe en un pedestal y con la luz direccionada sobre ella. ¿Es la intención resaltar aún más las
diferencias? ¿O mantener aislada a la
pieza del siglo XX para abrir paso a las del siglo XXI?
El Puente II, de Irina Kirchuk (2015)
Materiales: hierro
y plástico / Medidas: 200 x 304 cm
Site specific, de Jane Brodie (2016)
Material: brea / Medidas Variables
Ancetre Ailee, de Alicia Penalba (1962)
Material: Bronce / Medidas: 73 x 50 x 32 cm
En este momento uno podría preguntarse si
todos los trabajos presentados se pueden considerar esculturas. ¿Todas las
piezas tridimensionales tienen derecho a reclamar pertenencia dentro de la
categoría escultórica? Es tal la duda que la curaduría muy inteligentemente se
resguarda en el épsilon. En la segunda sala, la obra del siglo XX se mantiene en
un pedestal mientras que las otras reptan o se acomodan en cualquier lugar del
piso, conectándose con el visitante y con el resto de la arquitectura del museo.
Sin título, de Jane Brodin (2012)
Material: piedra / Medidas: 57
x 47 x 37 cm
Tender, de Irina Kirchuk (2015)
Material: hierro y
acrílico / Medidas: 140 x 46 x 74 cm
Signo rojo, de María Juana Heras Velasco (1981)
Material: hierro policroma / Medidas: 110 x 100 x 5cm
Sin título, de Silvana Lacarra (2016)
Material: fórmica y cartón / Medidas: 160 x 300 x 130 cm
Pero si el pedestal marcaba las
diferencias, en la última sala todas las
piezas están sobre uno. Aquí lo que distingue a la obra del siglo XX de Noemí Gerstein es el material tradicional
utilizado: el bronce.
Sala 3 - Vista General
Pequeño dragón, de Noemí Gerstein (1975)
Material: Bronce
Sin título, de Marcelino Dipierro (2016)
Material: acero inoxidable, pintura esmalte y tela / Medidas: 150 x 90 x 2 cm
En esta muestra la variación de
materiales es la estrella, así como también lo son los vacíos. En
definitiva es un recorrido por la
renovación de la escultura contemporánea. Resulta muy desacertada la ausencia
de cartelas, el plano no es efectivo para el relacionar las piezas con las artistas.
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