Reflexiones sobre la obra de Alejandro Puente...

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La muestra antológica de Alejandro Puente (Buenos Aires, 1933-2013), que por estos días se presenta en el Espacio de Arte de la Fundación OSDE, da cuenta de la producción del artista a lo largo de cuarenta y cinco años. Sin un estricto orden cronológico, la exhibición refleja el proceso creativo de Puente, según las nuevas maneras de entender el arte a mediados del siglo XX, haciendo hincapié en el rol del espectador frente a la obra y en los nuevos enfoques sobre regionalismo.

Con respecto al rol del espectador, en los años 60 y 70, este artista trabaja con el color para generar estructuras relacionadas con las leyes de la percepción visual, un enfoque basado en la psicología de la Gestalt (en Alemán, forma) sobre nuestra capacidad innata para entender con los ojos. Pero lo que hace diferente a la obra de Puente es que no sólo aplica estos nuevos conceptos sino que los vincula con la greca escalonada y los textiles del mundo andino.

Uncu, de Alejandro Puente (1973)

Técnica: acrílico sobre tela / Medidas: 118 x 110 cm

Colección Familia Puente

S/T, de Alejandro Puente (1973) - Detalle

Técnica: acrílico sobre papel / Medidas: 26 x 58 cm

Colección Familia Puente

Intihuasi II, de Alejandro Puente (1973)

Técnica: acrílico sobre tela / Medidas: 80 x 120 cm

Préstamo - Colección MNBA

Killakas, de Alejandro Puente (1986)

Técnica: Acrílico sobre tela / Medidas: 135 x 195 cm

Préstamo - Colección MNBA

Sin embargo, hacia finales del siglo XX, se interesa por la espacialidad, concepto que suma a los dos anteriores (la percepción y los dibujos del mundo andino), obteniendo como resultado una obra abstracta con un constructo particular, íntimamente relacionada con los tejidos y la arquitectura precolombina.