Fábrica de chocolate...
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El artista Paul McCarthy exhibe en la
Monnaie de París (Casa de la Moneda) una instalación titulada Fábrica de
Chocolate que pretende hacer una crítica
al exacerbado consumo alrededor de esta época del año. McCarthy, que vive en Los
Angeles y cumplirá 70 años en 2015, busca que sus perfomances,
instalaciones y esculturas nos muestren el lado oscuro de Disney y Hollywood.
Su intención es exponer a la sociedad consumista del oeste de Estados Unidos.
En esta primera exhibición en París creó
una instalación donde el espectador forma parte de la misma. Ni bien se inicia
la visita, subiendo por la gran escalera nos reciben unos
gigantes inflables que hacen referencia al árbol de Navidad (Una escultura modernista con aspecto de objeto
sexual).
Materiales: Vinilo inflado / Medidas: aprox 7 x 2 x 2 mts cada
una
Monnaie de París, 2014
Luego, pasando por cada cuarto, el
visitante se va adentrando cada vez más en este mundo creado por McCarthy: una
arquitectura modesta que contrasta con este edificio opulento del siglo XVIII y
donde se producen, dentro de la
exhibición, cientos de Papá Noel y pinos de chocolate. La producción está
controlada por unas performers/operarias,vestidas casi como los duendes que,
según las historias, ayudan a Santa Claus en la creación de los juguetes.
Chocolate Factory, de Paul McCarthy
Chocolate Factory, de Paul McCarthy
Materiales: máquinas, chocolate, performers / Dimensiones variables
Monnaie de París, 2014
A partir de aquí, comienza un mundo del
absurdo, en el que este sueño de la creación del Papá Noel de chocolate se
vuelve real. Allí se descubren las camas donde duermen estas operarias para no
detener la producción, junto a miles de cajas de figuras de chocolate. Es en
este momento donde la instalación se vuelve abrumadora y el espectador busca la
salida..
Chocolate Factory, de Paul McCarthy
Materiales: máquinas, chocolate, muebles, camas, colchones / Dimensiones variables
Monnaie de París, 2014
En medio de ese caos, aparece un video en el que el artista, en un
estado de alienación, escribe en forma descontrolada palabras sin sentido. McCarthy nos lleva a un mundo enloquecido por
la hiperproducción, donde sólo importa hacer muchas figuras de chocolate.
Chocolate Factory, de Paul McCarthy
La única manera de salir de este
sentimiento abrumador que provoca la exhibición es tomarlo con humor. La
instalación es, en definitiva, una puesta en escena donde cada uno juega una
parte en esta performance, desde la gente que vende las figuras de chocolate a
la salida hasta las jóvenes que controlan la producción y el público, que deambula y que, finalmente, puede comprar
un Papá Noel de esta ilimitada edición de figuras de chocolate...
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