La fotógrafa retrató a grandes celebridades pero, a partir de los años 60, se interesa por los individuos de belleza particular, aquellos que no se veían en publicaciones, como enanos, nudistas y prostitutas. Personajes marginales que ella misma seleccionaba recorriendo los barrios de New York.

Su obsesión por este tipo de producción la llevó a representar lo normal como monstruoso, provocando que la gente presuntamente normal luzca como anormal a través de la ruptura de la composición clásica   y obligando a los personajes a que sean conscientes de que están siendo retratados.

Tras una larga depresión, Diana Arbus se suicida en 1971.

Identical Twins, de Diana Arbus (1967)

Técnica: fotografía en blanco y negro

La manera de fotografiar de Arbus fue el inicio de un cambio. Porque la foto artística, hoy en día, es el vehículo más exitoso para mostrar lo vulgar, lo kitsch y lo snob: los temas populares y las costumbres particulares de la sociedad de cada lugar. Un ejemplo de esto son las tomas que realiza Marcos López (Santa Fe 1958), quien siempre se interesó por los temas de nuestro país. Un artista que nos refleja como somos, desde el Sur y desde el subdesarrollo.

El jugador, de Marcos López (1995)

Técnica: fotografía color - MNBA

Su estética teatral, casi publicitaria, con colores vibrantes, tiene implícita un lenguaje incómodo, hasta furioso. A López le interesa que su obra hable de la periferia y de la desprolijidad de una América mestiza. Una obra que provoca al espectador y lo hace preguntarse: ¿Somos así realmente? Parece que la respuesta es afirmativa.

Señora en la 9 de Julio, de Marcos López (1996)

Técnica: Fotografía color / Medidas: 40 x 50 cm - MNBA

 Para seguir leyendo... On Photography, de Susan Sontag, 1977, Editorial Picador, USA.