Lo que nos dejó el 2018... (Parte II)
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Cuestiones sobre el mercado
- Autodestrucción post-subasta
El pequeño dibujo enmarcado “Girl with a Balloon”, del enigmático Bansky, no despertaba admiración hasta que fue convertido en tiras de papel en el mismo instante que se bajó el martillo. Ocurrió en la subasta de Arte Contemporáneo en Sotheby’s, una tarde de octubre, en Londres y todo el salón quedó atónito. Quien compró la obra, por más de un millón de libras con impuestos y comisiones, aceptó llevársela así, sabiendo que probablemente, ahora, su precio se quintuplicaría. Todo el mundo vio una y otra vez, en las redes, como la niña se convertía en picadillo de papel, en clara oposición a la comercialización del arte.
Girl with a balloon, de Bansky (2006)
Sin embargo hay ciertas dudas sobre si Sotheby’s ya estaba al tanto de lo que iba a ocurrir... ¿Por qué la obra fue la última en subastarse? ¿Estaba Banksy en la sala y fue él quien activó el dispositivo de destrucción? ¿Se trató de una crítica o simplemente de una broma de parte del artista?
- Se registró el precio más alto en una subasta para un artista vivo
Portrait of an Artist (Pool with Two Figures), de David Hockney (1972)
Se dice que al artista pop inglés David Hockney estos 3 metros de pintura le llevaron varias semanas, y un intenso trabajo de creación. La representación del agua fue todo un desafío. Hockney, de más de 80 años, dejó atrás a Jeff Koons (quien obtuvo 58,4 millones dólares en 2013 por su “Balloon Dog”.), consolidándose como el artista vivo más caro hasta ahora, con 90,3 millones de dólares. La subasta, transmitida en vivo desde Christie’s de New York, comenzó en 18 millones de dólares y alcanzó los 50 en tan sólo 30 segundos. Luego de no más de 10 minutos llegó a los 80 millones, que, con las comisiones, se convirtieron en 90,3!
- La feria de arte más emblemática llegó a Buenos Aires
Art Basel desembarcó en Argentina, en su modo Cities, para posicionar a los artistas de este lado del planeta en el mercado. Llegaron curadores, coleccionistas y profesionales del arte del exterior y se sumaron además todos los locales para visitar fundaciones, talleres de artistas, eventos culturales y demás. Por una semana se creó una plataforma cultural tal que convirtió a la ciudad en una fiesta para todos.
Cuestiones sobre la producción
- El video como lo mejor del 2018
Luego de ver en las monumentales pantallas la instalación de John Akomfrah, los sentidos quedan afectados de tal manera que uno mismo parece ser el sobreviviente de un naufragio. Es que “Vértigo” es una video instalación en 3 canales que nos define como incapaces de enfrentar los retos de la naturaleza, doblegando nuestro ego y obligándonos a la rendición. La pieza tiene todo: tecnología, discurso, mensaje y factura, eso que pretendemos del Arte Contemporáneo.
Cuestiones sobre las muestras
- Un maestro flamenco en un museo vienés
La mayoría de los sitios coinciden en que la mejor muestra de 2018 fue “Bruegel: Once in a Lifetime” en el Kunsthistorichesmuseum. La retrospectiva contenía una excepcional colección de obras del artista, todas las que por años vimos en los libros y que, esta vez reunidas, convocaron a amantes del arte de todo el mundo. Es que Bruegel fue un crítico de su sociedad, lo que lo convierte en un eterno maestro de la pintura.
Joana Vasconcelos: I’m Your Mirror en el Guggenheim de Bilbao
La exuberante instalación, que demandó un gran esfuerzo y habilidad del equipo de montaje, nos demostró la destreza de la artista portuguesa, quien creó un gigante que serpenteaba a través del enorme atrio del Museo Guggenheim de Bilbao. Completaban la muestra los desmesurados readymades que encandilaron con sus brillos. Un canto para la femineidad, un reconocimiento a la mujer.
Cuestiones sobre la comunicación
- Instagram como el principal instrumento de las redes
Conocer al instante qué exhiben los museos, qué están escribiendo los que piensan las artes visuales, anticipar la producción de los nuevos artistas y mucho más. Instagram es la imagen que nos adentra en este universo y en tiempo récord. Nos posibilita espiar una muestra, no sólo desde el lado del museo, sino desde el del visitante: sube el museo una foto y suben cientos los espectadores. Nos permite además conectarnos directamente con los artistas, adentrarnos en sus talleres y conocer la intimidad de la creación de las obras. Un cambio fundamental en la historia del Arte.
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