Johannes Vermeer
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05/12/16 - Las obras de Johannes Vermeer (Países Bajos, 1632 -1675) son re-interpretadas por cada nueva generación. Ahora llegó el turno de Franits Wayne, quien, en una monografía, nos explica cómo Vermeer construyó sus espacios valiéndose de los nuevos instrumentos ópticos de su época, como lentes y espejos.
Recordemos que este artista podía tomarse el tiempo necesario para cada una de sus pinturas pues se había casado con una mujer rica y no dependía de la venta de sus obras para vivir. Esa holgura económica le permitió acceder a elementos ópticos que hicieron de su arte algo único. Sus obras son de una intensidad visual tal que se cree que estos objetos jugaron un papel predominante en la génesis de sus trabajos. Wayne explica que en la película "La joven con el aro de perla" (2003), se observa una caja negra en su estudio. Aparentemente se trataba de una cámara oscura portátil, precursora de la moderna cámara de fotos. La luz penetra a través de un orificio sumamente pequeño en un extremo de la caja y, en su pared opuesta, se proyecta la imagen del exterior invertida e intensificada, que luego podía ser calcada. Gracias a este dispositivo, Vermeer reducía los objetos a escala pero no la intensidad de su color real o la luz que se reflejaba sobre ellos, logrando efectos muy particulares. La cámara oscura fue un elemento usado asiduamente en las pinturas del siglo XVIII.
La lechera, de Johannes Vermeer (c.1658-1659)
Técnica: óleo sobre tela / Medidas: 45.5 x 41 cm
En la pintura "La lechera" se descubrió un pequeño orificio en el que Vermeer habría colocado un clavo y desde allí conectado, por medio de cuerdas, otros puntos de la pieza, estableciendo las ortogonales. Igualmente se tomaba ciertas libertades en la construcción espacial por razones estéticas. Yoriko Kobayashi-Sato notó en esta misma pintura que el borde derecho de la mesa no estaba sincronizado con los otros elementos de la escena. Sato concluye que el artista, de forma consciente, evitó la perspectiva correcta para resaltar a la figura femenina. Si la mesa hubiera sido más amplia, la presencia de la mujer se habría reducido. Además, ubicó a la lechera en el medio del espacio y dispuso objetos delante de ella para obstruir su figura adaptándola a la composición.
(Continuará...)
Para seguir leyendo... "Vermeer", de Franits Wayne, Phaidon, 2015, New York.
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