El rostro de la Argentina...

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19/07/16 - Intentemos establecer, a través de la Historia del Arte, cuál es el rostro que nos representa como país. Para ello, recorramos los retratos del Bellas Artes y veamos los cambios ocurridos en el tiempo para intentar encontrar una identidad.  
Dr Vicente López, de Carlos Morel (1844)           
Técnica: grabado sobre papel / Medidas: 28.5 x 20.5 cm
Retrato de Doña Macedonia Escardó, de Carlos Morel (1839)
Técnica: óleo sobre tela / Medidas: 74.5 x 64.5 cm
Retrato de Manuelita Rosasde Prilidiano Pueyrredón (1851)
Técnica: óleo sobre tela / Medidas: 199 x 166 cm
Retrato de Manuel J. de Guerrico, de Carlos Enrique Pellegrini
Técnica: pastel sobre papel / Medidas: 59 x 47.5 cm
En el siglo XIX se retrataba a la clase política y a aquellos que podían pagar por un cuadro que los representara. Esos eran los rostros que definían el poder político y económico del país. En el caso de la clase acomodada, los retratos formaban parte de la decoración de los hogares y eran una manera de perpetuar la imagen de los antepasados. Los rostros se idealizaban, casi no sonreían, demostraban solemnidad y llevaban sus mejores atavíos.
Retrato de Señora A.P. de Pagneux, de Antonio Alice (1911)
Técnica: óleo sobre tela / Medidas: 101.8 x 69.5 cm
Para principios del siglo XX los rostros se volvieron más realistas. Aquí contaba la destreza del artista para obtener una pintura que fuera lo más cercana a la naturaleza del retratado, que todavía era de la clase acomodada. Entrado el siglo, el artista Antonio Berni retrata a su hija con un realismo que denota modernidad: no se busca idealizar sino captar características del retratado que ya viste un atuendo sencillo. Con los avances de la fotografía, la sociedad deja de pedir los servicios de los pintores. Los retratos fotográficos que conserva el museo de estos primeros tiempos son de personajes icónicos, como el de Jorge Luis Borges y Julio Cortazar.
Lily, de Antonio Berni (1943)
Técnica: óleo sobre tela / Medidas: 100 x 70 cm
Jorge Luis Borges, de Eduardo Comesaña (1969)
Fotografía / Medidas: 34 x 25 cm
Julio Cortázar, de Sara Facio 
Fotografía / Medidas: 40 x 29 cm 
Paula Rossi en el colectivo, de Alfredo Srur (2001)
Fotografía / Medidas: 30 x 24 cm
El retrato registra un momento íntimo pero, a su vez, algo primitivo en el ser humano que podría encuadrarse en el miedo a morir, un acto de resistencia a la levedad humana. Con respecto a cómo somos, nos faltan sonrisas y pretendemos mostramos en nuestro mejor momento. Hoy los retratos no son de personajes conocidos, son de la gente común, y son también autorretratos constantes. 

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