Como muchos saben, Edgar Degas (París, 1834-1917) pintó con extraordinaria frescura a las bailarinas clásicas de la Ópera de París. La obra que precede a este texto es la primera, de las innumerables, que realizó sobre este tema. La  escasa  dimensión de la misma demuestra la habilidad en la ejecución y la destreza visual que el artista poseía a los treinta y seis años de edad.

La bailarina en el centro de la escena está esperando la nota exacta en la debe comenzar a danzar. La regadera (para humedecer la resina que se usaba para aceitar las cuerdas de los instrumentos) y la caja del violín son accesorios que el artista usará sucesivas veces en sus pinturas.

Si bien Degas perteneció a un momento en donde todos los artistas pintaban en exteriores, prefirió quedarse dentro y retratar a estas jóvenes en sus ensayos, estiramientos y actuaciones, demostrando su fascinación por el movimiento.

Para llevar a cabo sus pinturas, primero realizaba varios bocetos y luego, en su estudio, llevaba a cabo la obra.

Con el paso de los años, su visión se fue deteriorando, comenzó a padecer de fotofobia y le resultaba difícil distinguir los colores. Es por eso que viró su paleta hacia los colores más saturados, para poder diferenciarlos mejor. Los tonos de sus obras se volvieron más intensos, especialmente el rojo.

Esa dificultad para ver bien los colores lo obligó a dejar el óleo y recurrir al pastel.

A medida que la pérdida de la visión se acentuaba, sus líneas de contorno se volvieron más gruesas e imprecisas. Por más que cambió su forma de pintar, dejó de confiar en sus ojos y recurrió al sentido del tacto, usando sus manos para definir las formas. Como resultado, se volcó por completo a la escultura... sin olvidar nunca a sus bailarinas...

Para seguir leyendo... "Males de Artistas. Enfermedad y Creación," de Omar López Matos, 2006,  Buenos Aires, Grupo Maorí.

Para ver... "Degas and the dancer," una película hecha para televisión de 1998.
Para explorar con niños... Una presentación especial del MET Museum de Nueva York. Está en inglés, pero es una manera diferente de aproximarse a Degas.